Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

No necesita el Sr. Gutiérrez de la Vega ni las dotes oratorias, aunque no le faltan seguramente, del Sr. Castelar, ni la amistad que el Sr. Castelar pueda tener conmigo, ni ser amigo del Gobierno francés ni del Gobierno español, para ser atendido con la misma asiduidad, con el mismo celo o con el mismo cariño que el Sr. Castelar, en la petición que ha hecho, cuando se trata de pueblos que sufren, porque para el Gobierno todos los pueblos españoles son iguales, por más que en cuanto a mí, como particular, pueda tener a algún pueblo más afección que a otro, porque me la haya demostrado también mayor, puesto que eso no importa para que como Gobierno, todos los pueblos españoles sean iguales y a todos se atienda de la misma manera.

Pero comprenda el Sr. Gutiérrez de la Vega, que no basta que el Gobierno tome cierta iniciativa para que salgan de los Cuerpos Colegisladores ciertas leyes o se precipiten sus debates, porque si no, buena prueba de ello está dando el Congreso de Sres. Diputados, toda vez que el Gobierno ha manifestado deseos no de precipitar sino de activar el debate sobre cierto proyecto de ley, y ya ve S.S. que, a pesar de la iniciativa del Gobierno, el proyecto adelanta poco.

Pero, en fin, dentro de lo que pueda el Gobierno, hará todo aquello que esté en su mano y en su derecho porque sea ley, y cuando ese proyecto sea ley, procurará el Gobierno que se cumpla.

Respecto a las acciones que puedan tomar o quieran o pretendan tomar la Diputación provincial y el Ayuntamiento, esté tranquilo S.S., que si la ley no lo consiente, no se hará. El Gobierno tendrá muy presente el artículo de la ley, que me parece es el 153, que a ese asunto se refiere, y con arreglo a ese artículo se resolverá la cuestión, cuando llegue al Gobierno, que todavía no ha llegado. [3991]